miércoles, 14 de diciembre de 2011

Primera publicación venezolana sobre la migración extraña de un diente canino (1).

Conde Flores E. 1907. Presentado en la sesión de la Academia Nacional de Medicina (ANM) del 11 de abril de 1907.
El día 5 de marzo de 1907, J.C. de 29 años de edad, albañil, consulta porque "desde niño padecía de un catarro crónico que lo mortificaba mucho por la fetidez que lo acompañaba...". "Como era de suponerse, antes de examinarlo pensé que se trataba de un ozena". Al examinarlo el autor no encontró rinitis atrófica avanzada. Encontró un cuerpo duro en la parte media y posterior de la fosa nasal izquierda y en su suelo. "Procedí incontinenti a ver si con una pinza para cuerpos extraños extraía aquella masa que creía sería algún hueso y la que con alguna dificultad y después de cuatro o cinco tentativas extraje. Dicha masa estaba constituida por un diente canino".
El enfermo tenía sus caninos completos (se trata de un canino de la dentición temporal). "Lavada convenientemente la fosa nasal procedí a hacer un tocamiento con una solución yodo-iodurada fenicada y le ordené que por varios días se diese duchas nasales con una solución de quinosol al uno por cuatro mil y sorbiese una pomada mentolo-boricada". El paciente regresó a los 20 días. Le manifestó al autor que el flujo desapareció desde el quinto o sexto día de la extracción del diente y que se sentía por completo bien. Esta mejoría se verificó con el examen del autor.

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